“Esta fue la culpa de su hermana Sodoma: ella y sus hijas tenían orgullo, exceso de comida y próspera tranquilidad, pero no ayudaron al pobre y al necesitado”. (Ez 16, 48-49)

martes, 31 de mayo de 2011

Gloria a Dios y Paz en la Tierra

mayo 26, 2011
Consejo Mundial de Iglesias
Mensaje de la Convocatoria Ecuménica Internacional por la Paz

«Pido al Padre que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, porque estáis arraigados y cimentados en amor» (Efesios 3, 16-17).

Entendemos la paz y la pacificación como un aspecto indispensable de nuestra fe común. La paz está indisolublemente relacionada con el amor, la justicia y la libertad que Dios ha concedido a todos los seres humanos por medio de Cristo y la obra del Espíritu Santo como don y vocación. Constituye un modo de vida que refleja la participación humana en el amor de Dios por el mundo. La naturaleza dinámica de la paz como don y vocación no niega la existencia de tensiones, que forman parte integrante de las relaciones humanas, pero puede mitigar su fuerza destructiva aportando justicia y reconciliación.

Dios bendice a los pacificadores. Las iglesias miembros del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y otros cristianos están unidos como nunca antes en la búsqueda de medios para hacer frente a la violencia y rechazar la guerra en pro de la “paz justa”: el establecimiento de paz con justicia mediante una respuesta en común al llamamiento de Dios. La paz justa nos invita a unirnos en una peregrinación común y a comprometernos a edificar una cultura de paz.

Nosotros, aproximadamente 1.000 participantes procedentes de 100 países, reunidos por el CMI, hemos compartido la experiencia de la Convocatoria Ecuménica Internacional por la Paz (CEIP), asamblea de iglesias y copartícipes de otras religiones dedicados a la consecución de la Paz en la comunidad, la Paz con la Tierra, la Paz en el mercado y la Paz entre los pueblos. Nos hemos reunido en el campus de la Universidad de la Indias Occidentales (Mona) cerca de Kingston (Jamaica) del 17 al 25 de mayo de 2011. Estamos profundamente agradecidos a nuestros anfitriones de Jamaica y de la región del Caribe que con gran generosidad nos han ofrecido un lugar espacioso para estar juntos y crecer en la gracia de Dios. Por el solo hecho de estar reunidos en el lugar de una antigua plantación de caña de azúcar, se nos han hecho patentes la injusticia y la violencia de la esclavitud y el colonialismo así como las formas de esclavitud que aún azotan el mundo de hoy. Se nos ha informado sobre los graves problemas de violencia que se viven en el contexto de este país así como acerca de la valiente participación de las iglesias a la hora de afrontar esos retos.

Hemos traído las preocupaciones de nuestras iglesias y regiones a Jamaica, hemos hablado unos con otros, y ahora tenemos algo que decir a las iglesias y al mundo. Hemos estado juntos mediante el estudio bíblico, el enriquecimiento espiritual de la oración en común, las inspiradoras expresiones de arte, las visitas a los ministerios locales y otros organismos de servicio, las reuniones plenarias, los seminarios, los talleres, los actos culturales, las sesiones de lectura, las amplias deliberaciones y las conversaciones conmovedoras con personas que han sido víctimas de la violencia, la injusticia y la guerra. Hemos celebrado los logros del Decenio Ecuménico para Superar la Violencia (2001-2010). Nuestros compromisos nos han dado aliento al mostrarnos que es posible erradicar la violencia. El Decenio para Superar la Violencia ha permitido conocer muchos ejemplos de cristianos que han marcado una diferencia.

Reunidos aquí en Jamaica, hemos seguido con interés los acontecimientos del mundo que nos rodea. Las historias que recibimos de nuestras iglesias nos recuerdan las responsabilidades locales, pastorales y sociales para con las personas que hacen frente diariamente a cada uno de los problemas que examinamos. Las consecuencias del terremoto y el tsunami en el Japón plantean cuestiones urgentes en relación con la energía nuclear y las amenazas a la naturaleza y la humanidad. Las instituciones gubernamentales y financieras se enfrentan con la necesidad de asumir su responsabilidad por el fracaso de sus políticas y sus devastadores efectos sobre personas vulnerables. Somos testigos con preocupación y compasión de los combates por libertad, justicia y derechos humanos en muchos países árabes y en otros contextos en los que gente valiente también lucha sin contar con la atención de la comunidad mundial. Nuestro amor por los pueblos de Palestina e Israel nos ha convencido de que la continua ocupación perjudica a uno y otro pueblos. Reiteramos nuestra solidaridad con la población de países divididos como es el caso de la península de Corea y Chipre, y con las personas que aspiran a la paz y al fin del sufrimiento en naciones como Colombia, Iraq, Afganistán y la región de los Grandes Lagos de África.

Somos conscientes de que los cristianos han sido a menudo cómplices de sistemas de violencia, injusticia, militarismo, racismo, intolerancia y discriminación por razones de casta o por otros motivos. Pedimos a Dios que perdone nuestros pecados, y nos transforme en agentes de rectitud y abogados de la Paz justa. Hacemos un llamamiento a los gobiernos y a otros grupos para que dejen de utilizar la religión como pretexto para justificar la violencia.

Junto con copartícipes de otras creencias, hemos reconocido que la paz es un valor central de todas las religiones, y la promesa de paz se extiende a todas las personas, independientemente de tradiciones y compromisos. Mediante la intensificación del diálogo interreligioso procuramos llegar a una convergencia con todas las religiones del mundo en relación con estas cuestiones

Estamos unidos en nuestro anhelo de que la guerra sea considerada ilegal. En nuestra lucha por la paz en la tiera tenemos que hacer frente a nuestros contextos e historias diferentes. Somos conscientes de que las diferentes iglesias y religiones aportan perspectivas distintas del camino hacia la paz. Algunos de entre nosotros comienzan desde el punto de vista de la conversión personal y la moralidad, considerando que la aceptación de la paz de Dios en nuestro corazón es la base de la paz en la familia, la comunidad, la economía, así como en toda la tierra y en el mundo de las nacirones. Otros destacan la necesidad de centrarse ante todo en el apoyo y la corrección recíprocos en el cuerpo de Cristo para que sea posible la paz. Otros más estimulan el compromiso de las iglesias con los amplios movimientos sociales y el testimonio público de la iglesia. Cada uno de estos enfoques tiene su fundamento y no son mutuamente excluyentes. De hecho, están estrechamente relacionados. Incluso en nuestra diversidad podemos hablar con una sola voz.
Paz en la comunidad

Las iglesias percibieron toda la complejidad de la paz justa a medida que escuchábamos hablar de las intersecciones de múltiples injusticias y opresiones que perjudican simultáneamente las vidas de muchas personas. Miembros de una familia o comunidad pueden estar oprimidos y, al mismo tiempo, ser opresores de otras personas. Las iglesias deben ayudar a determinar las decisiones cotidianas que permitan poner fin a los abusos y promover los derechos humanos, la justicia de género, la justicia climática, la justicia económica, la unidad y la paz. Las iglesias tienen que continuar haciendo frente al racismo y a la discriminación por razones de casta que son factores deshumanizadores en el mundo de hoy. Del mismo modo, la violencia contra las mujeres y los niños debe considerarse un pecado. Se necesitan esfuerzos conscientes para lograr la plena integración de las personas con capacidades diferentes. Las cuestiones de sexualidad dividen a las iglesias, por lo que pedimos al CMI que cree espacios seguros en los que se puedan abordar esas cuestiones que son causas de división. Las iglesias pueden desempeñar una función, a todos los niveles, a la hora de apoyar y proteger el derecho a la objeción de conciencia, de garantizar el asilo a quienes se oponen y resisten al militarismo y los conflictos armados. Las iglesias deben alzar su voz para proteger a nuestras hermanas y hermanos cristianos, así como a todos los seres humanos, que sean víctimas de discriminación y persecución por motivos de intolerancia religiosa. La educación para la paz debe ocupar un lugar central en todos los programas de las facultades, seminarios y universidades. Reconocemos la capacidad de establecer y consolidar la paz de los jóvenes y exhortamos a las iglesias a que creen y fortalezcan redes de ministerios de paz justa. La iglesia está llamada a salir a la luz pública para expresar sus preocupaciones, diciendo la verdad más allá de las paredes de su propio santuario.
Paz con la Tierra

La crisis medioambiental es una crisis ética y espiritual profunda de la humanidad. Reconociendo el daño causado a la Tierra por la actividad humana, afirmamos nuestro compromiso con la integridad de la creación y la forma de vida que exige. Nuestra preocupación por la Tierra y nuestra preocupación por la humanidad van unidas. Los recursos naturales y los bienes comunes como el agua deben compartirse de manera justa y sostenible. Hacemos nuestra la petición de la sociedad civil global por la que se insta a los gobiernos a que reorienten de forma radical todas nuestras actividades económicas teniendo como objetivo una economía ecológicamente sostenible. El uso intensivo de los combustibles fósiles y las emisiones de CO2 deben reducirse urgentemente a niveles que permitan limitar los efectos del cambio climático. La deuda ecológica de los países industrializados que es causa del cambio climático deberá tenerse en cuenta cuando se negocian los derechos de emisión de CO2 y los planes de costos de adaptación. La catástrofe nuclear de Fukushima ha puesto en evidencia una vez más que ya no se debe recurrir a la tecnología nuclear como fuente de energía. Rechazamos las estrategias como el aumento de la producción de agrocombustibles que perjudican a los pobres por su competencia con la producción alimentaria.
Paz en el mercado

La economía global proporciona muchos ejemplos de violencia estructural que causa daño no ya mediante el uso directo de armas o de la fuerza física sino mediante la aceptación pasiva de la pobreza generalizada, las disparidades del comercio y la desigualdad entre las clases y las naciones. Contrariamente al crecimiento económico ilimitado que previó el sistema neoliberal, la Biblia nos presenta una visión de vida en abundancia para todos. Las iglesias deben aprender a propugnar de forma más eficaz la plena aplicación de los derechos culturales, sociales y económicos como fundamento de las “economías de vida”.

Es un escándalo que se gasten enormes cantidades de dinero en presupuestos militares y en proporcionar armas a los aliados así como al comercio de armas, cuando se necesitan fondos urgentemente para erradicar la pobreza en todas las partes del mundo, y financiar una reorientación ecológica y socialmente responsable de la economía mundial. Exhortamos a los gobiernos de este mundo a que actúen sin demora para canalizar sus recursos financieros hacia programas que promuevan la vida y no la muerte. Estimulamos a las iglesias a que adopten estrategias comunes que favorezcan la trasformación de las economías. Las iglesias deben hacer frente de forma más eficaz a la irresponsable concentración de poder y de riqueza, así como a la enfermedad de la corrupción. Entre las medidas en pro de economías justas y sostenibles cabe señalar la regulación más eficaz del mercado financiero, la introducción de impuestos sobre las transacciones financieras y las relaciones comerciales justas.
Paz entre los pueblos

La historia, especialmente gracias al testimonio de las iglesias tradicionalmente pacifistas, nos recuerda que la violencia es contraria a la voluntad de Dios y que nunca puede resolver conflictos. De ahí que decidamos ir más allá de la doctrina de la guerra justa orientándonos hacia el compromiso con la paz justa. Esta actitud requiere que abandonemos la concepción excluyente de la seguridad nacional propugnando la seguridad para todos. Esto incluye la responsabilidad diaria de impedir la violencia atacando sus raíces. Es necesario examinar, discernir y elaborar muchos aspectos concretos de la noción de paz justa. Continuamos debatiéndonos para saber cómo proteger a la gente inocente de la injusticia, la guerra y la violencia. En este sentido, nos esforzamos por entender la noción de “responsabilidad de proteger”y evitar que se utilice indebidamente. Pedimos urgentemente al CMI y a los organismos relacionados con el mismo que definan con mayor claridad su posición por lo que respecta a esa política.

Abogamos por el desarme nuclear total y el control de la proliferación de armas pequeñas.

Nosotros, en nuestra calidad de iglesias, tenemos la posibilidad, si osamos hacerlo, de enseñar la no-violencia a los poderosos, porque somos seguidores de aquél que vino como un niño indefenso, murió en la Cruz, nos dijo que dejemos de lado nuestras espadas, nos enseñó a amar a nuestros enemigos, y resucitó de entre los muertos.

En nuestro camino hacia la paz justa, es sumamente urgente un nuevo programa internacional para hacer frente a la magnitud de los peligros que nos rodean. Instamos a todo el Movimiento Ecuménico y, en particular, a los encargados de la planificación de la Asamblea del CMI en 2013 en Busan (Corea) que tendrá como tema “Dios de vida, condúcenos a la justicia y la paz”, a que den la máxima prioridad a la consecución de la paz justa en todas sus dimensiones. Documentos como Un llamamiento ecuménico a la paz justa y el Manual de la paz justa pueden servir de referencia y apoyo para la preparación de la Asamblea en Busan.

Nuestro agradecimiento y alabanza a ti, Dios Trino y Uno: Gloria a ti, y paz a tu pueblo en la tierra. Dios de vida, condúcenos a la justicia y la paz. Amén.

viernes, 27 de mayo de 2011

Carta enviada por el obispo de Celaya a CONAPRED

Es de sabios cambiar de opinión. Y si no cambiarla, al menos reconocer que se ha herido a alguien sin la intención de hacerlo y ofrecer disculpas por haberlo hecho. A diferencia del los señores cardenales de Guadalajara y México, Juan Sandoval Íñiguez y Norberto Rivera Carrera, respectivamente, el obispo de la diócesis de Celaya, en el estado mexicano de Guanajuato ha extendido esta carta al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación. Hecho muy asertado y que confirma y enaltece su investudira episcopal. Por lo que desde católico y gay envíamos una felicitación a monseñor Benjamín Castillo. ¡Qué Dios le de salud y sabiduría!



Celaya, Gto., Mayo 24 de 2011
Mtra. Karla Verónica Calcáneo Treviño
Consejo Nacional para prevenir la discriminación
Directora de Quejas
México, D. F.
P r e s e n t e.
Muy apreciable Maestra:
Con interés he leído en todas sus partes el documento que usted ha hecho llegar a las oficinas del obispado de Celaya, el cual tiene como asunto una “Notificación de procedimiento conciliatorio”, con número de oficio 0001498 y expediente CONAPRED/DGAQR/232/11/DQ/11/GTO/Q141 fechado el 14 de Abril de 2011, y al cual ahora doy contestación.
En relación a la queja presentada por Fidel Negrete Vázquez, integrante del “Colectivo León Gay”, A. C., puedo decir que “un texto, fuera de contexto, es un pretexto”, pero en cualesquiera casos, además de ofrecerle una sentida disculpa, como él mismo lo pide, me comprometo a “no realizar declaraciones que agravien a la comunidad LGBTTTI”. Nunca ha sido mi intención lastimar en sus sentimientos a personas con preferencias diferentes, en los distintos campos de la actividad humana, incluido lo que tiene que ver con el ejercicio de la sexualidad. Estoy consciente que la sociedad es diversa y plural y todos merecen respeto, aunque no siempre haya consensos en la forma de percibir la realidad. En este mismo sentido, en relación a la queja de Daniel Alejandro Hernández Hernández, presidente de la Asociación “El otro lado LGBT Celaya”, de igual manera le brindo una disculpa a él y a la asociación que preside. En este contexto, cabe decir, que en sus documentos oficiales (como pueden constatar quienes tengan interés en ello), la Iglesia católica enseña que todas las personas somos hijos de Dios y en consecuencia, aunque diferentes en muchos aspectos, comparten la misma dignidad.
Verdaderamente lamento que las aludidas personas se hayan sentido ofendidas, pues mis declaraciones nunca tuvieron ese propósito y ojalá que este escrito pueda resarcir “la ofensa”, pues por mi parte constituye un signo de conciliación. Además abrigo la esperanza de que en un futuro cercano todos podamos vivir en un marco de verdadera fraternidad, en donde no sólo exijamos respeto, sino que también estemos dispuestos a darlo a todos.
A t e n t a m e n t e
+ Mons. Benjamín Castillo Plascencia
Obispo de Celaya

lunes, 23 de mayo de 2011

Sexualidad

Cuando,siendo dueños de su sexualidad, son capaces de descubrir caminos de libertad y respeto: ¡Bienaventurados!
Cuando convierten su vida en instrumento de Instrumento de liberación de la explotación sexual de los hermanos: ¡Bienaventurados!
Cuando aceptan la sexualidad como regalo de la mano creadora de Dios y de su amor de Padre: ¡Bienaventurados!
Cuando viven como proyecto de vida en el amor, que haga posible el Reino de Dios: ¡Bienaventurados!
Cuando la viven como fuente de felicidad, y hacen partícipes de ella a todos los que aman: ¡Bienaventurados!
Cuando la integren en el amor, haciendo de ella nido de ternura, donde participan todos: ¡Bienaventurados! Cuando un fracaso sexual los estimula a seguir caminando, a dar el siguiente paso para llegar a las metas del Reino: ¡Bienaventurados! 

Bienaventurados cuando su sexualidad de pareja es un canto a la fidelidad. Cuando esperan este encuentro con ilusión porqué comparten algo muy bello. Cuando reconocen que hacen feliz al otro y se lo ofrecen así. Cuándo son capaces de sentirse una sola cosa con él, y tus planes son eternos. Cuando esperan con locura que sea mañana para volverle a amar. Cuando hacen oración con él, fuente y cauce de su felicidad. Cuando le dan tu mano al pasear y le transmiten toda su memoria acumulada. Cuando no le ocultan ningún temor ni ningún fallo por grandes que parezcan. Cuando al sentirse los dos llenos de amor, son más fuertes para ayudar a sus  hermanos.

Fray Bernardo y Josep en el foro de Cristianos Gays

Milagro Eucarístico

Quiero recatar del foro de Cristianos Gays esta entrada, en la que sin ser magisterio, puedo determinar que a todas luces esto es un milagro, puesto que determina la voluntad de Jesús Eucaristía al respecto de quién lo puede recibir y quién no y bajo qué condiciones.

Hola a todos. Escribo por primera vez en este foro que he encontrado con mucha alegría y en el que espero poder encontrar un cauce para compartir mi vivencia cristiana. Para empezar quiero compartir con todos una experiencia personal para añadir a la reflexión sobre la conveniencia o no de comulgar siendo gay, que está tan de moda estos días por la negación de algunos obispos y sacerdotes católicos a administrar la eucaristía a homosexuales públicos.

En mi caso siempre he sido un gran devoto de la Eucaristía, considero que Cristo entregó a la humanidad un regalo increible y que ninguno de nosotros, ni el más virtuoso, es remotamente digno de tal regalo, acoger en nuestro seno el cuerpo y la sangre de Dios hecho hombre es en cualquier caso algo muy por encima de todos nosotros.

Como muchos he tenido malas experiencias con sacerdotes que me han indicado que por mi condición homosexual no podían administrarme la comunión. Quería comentaros una anécdota que cada uno puede interpretar como quiera pero que para mi es un regalo más del Señor. El día de la boda de una hermana mía, a medida que se acercaba el momento de la comunión, yo me encontraba atormentado por las dudas tras una conversación unas semanas antes con un sacerdote de estos negacionistas que he comentado antes. Luchaba contra mi deseo de comulgar porque obviamente no quería ser motivo de escandalo para nadie aunque pienso que Dios me considera tan digno como cualquiera, es decir, tan poco digno como cualquiera. 

Finalmente decidí con tristeza no acudir a comulgar. Pues bien, mientras mis primos, invitados a la boda, iban acudiendo a recibir la comunión, un primo mío jovencito no tuvo mejor idea que compartir la hostia con nuestra sobrina de tres años que se la demandaba. Los acontecimientos ocurrieron de repente de forma muy precipitada. Del fondo de la iglesia surgió rauda nuestra tía monja que gritó, en voz a susurros, "Es el cuerpo de Cristo!!". Yo me encontraba justo sentado en el banco de delante de la niña y fui el que tuvo más reflejos de abrirle la boca y extraerle la sagrada forma, entonces me quedé con la forma sostenida en la mano sin saber qué hacer y mi tía monja me miró y me gritó: "Tómatelo!"... Y comulgué, contra todo pronóstico y en contra de mis intenciones originales, mi ser se llenó de alegría y de agradecimiento y de alabanza a Dios. Fue un momento alucinante y aquí lo comparto con vosotros. Un beso a todos.

Miguelón

domingo, 22 de mayo de 2011

5º Domingo de Pascua

Primera Lectura: Hc. 6, 1-7 Eligieron a siete hombres llenos del Espíritu Santo.
Salmo: 32 El Señor cuida de aquellos que lo temen. Aleluya.
Segunda Lectura: Pe. 2, 4-9 Ustedes son estirpe elegida, sacerdocio real.
Evangelio: Jn. 14, 1-12 Yo soy el camino, la verdad y la vida.

El Espíritu de Dios reina sobre su Iglesia y la gobierna. En cada lectura que hacemos de la Biblia nos damos cuenta de esto y es propio alabarle y glorificarle. Y precisamente el culto es una parte muy importante de cualquier religión, pues sería difícil imaginarnos al mundo actual, en sus condiciones tan desesperanzadoras, sin la actualización diaria del sacrificio de Jesús en la Eucaristía, que siempre nos renueva las esperanzas y nos da fuerza para seguir adelante pase lo que pase.

Pero también hay una parte muy importante que no debe ser desatendida en ningún caso por darle mayor atención al culto. Y se trata de las obras y de las buenas obras. En la lectura de los Hechos de los Apóstoles se nos habla sobre la caridad a las viudas, pero hoy nos queda claro que no se trata solo de las viudas, sino de todo desamparado en el nivel social que nos podamos imaginar.

Hablando un poco sobre el tema que nos interesa, que es el de los homosexuales y la Iglesia, consideremos primero que en el mundo se han logrado grandes avances al respecto de la aceptación de la homosexualidad. Esta nunca debió ser considerada ni delito ni pecado, sin embargo, durante un periodo de más o menos 1700 años así lo fue. Pero en la antigüedad fue considerada como un tema sin mayor importancia en la cotidianidad, y en nuestros días nos vamos dando cuenta que en medios como el espectáculo, la política o algunos deportes ya empieza a ser cada vez más normal que los jugadores hagan lo que en la comunidad gay tendemos a llamar 'salir del clóset'.

Incluso en los primeros 300 años de la era cristiana los homosexuales fueron aceptados y considerados parte de las comunidades eclesiales, pues la homosexualidad como la entendemos hoy es fruto del Siglo XVIII. Sin embargo, a partir del Siglo III empezó la homofobia y la 'cacería de brujas' en contra de todo aquel que practicara el llamado 'pecado nefando' o 'contranatura'. No vamos ahora a analizar a fondo estos acontecimientos históricos, pero si vamos a resaltar que durante todo este tiempo el Espíritu Santo ha escogido a hombres y mujeres heterosexuales y con orientación sexual distinta para ejercer el ministerio sacerdotal o religioso sin mayor distinción que los mismos dones de que le dotó en su corazón. 

Esos hombres y mujeres que han hecho Iglesia a lo largo de estos tres milenios (vamos empezando el tercero) han sido llenos en todos los casos del Espíritu de Dios y han sabido administrar de forma humana tanto los bienes materiales como los espirituales que son la infinita riqueza de la Iglesia Militante. Hoy muchos de ellos y ellas, sin necesidad de canonizaciones o beatificaciones se pueden contar entre los santos y santas amigos de Dios e intercesores nuestros. Y es fácil decirlo porque la misericordia de Dios es ilimitada, su amor infinito y ellos, al igual que nosotros hemos creído y actuado en consecuencia con nuestra fe.

Es necesario que todos los LGBT, y también los heterosexuales entiendan que cada vez que hacemos algo por alguno de esos pequeños e indefensos hermanos ante una u otra situación, lo hacemos por Cristo. Cristo es la piedra que desecharon los constructores y que es ahora la angular. Pero para aquellos que no lo entiendan y que no vivan en de acuerdo a lo establecido en el Evangelio, o sea la Ley Suprema del Amor, se convertirá en tropiezo y motivo de escándalo. Tal vez por eso muchos 'buenos' católicos no entiendan la importancia de normalizar a las uniones de parejas del mismo sexo, o la de permitir que un hombre sea afeminado o una mujer tenga maneras masculinas si su personalidad así se los dicta desde el interior de su corazón.

Sin embargo nadie debe temer al rechazo, la discriminación y ni siquiera a la violencia causada por la homofobia. Si estamos afianzados a Jesús y a María, no importa lo que pase siempre saldremos adelante y con el paso del tiempo todo va a mejorar, e incluso nos daremos cuenta que todas estas cosas son necesarias para que aprendamos a fortalecernos y en el futuro podamos guíar a los que lo necesiten. 

Jesús nos recuerda constantemente que Él es el camino, la verdad y la vida, nadie va al Padre si no es por Él. Es por eso que he de insistir en la necesidad de abandonarnos a su santa e inapelable voluntad. Cada vez que alguno de nosotros dude sobre la santidad de nuestra orientación sexual, sobre nuestra normalidad, o sobre las reacciones que nuestra condición de vida causará a nuestros conocidos y seres queridos, que lo más importante sea acercarnos a Jesús en una actitud de humilde y amorosa oración para que nos escuche. Y después de esto, en un intenso y profundo silencio darle la oportunidad a Él para que hable y compruebe, como lo hizo conmigo, que ser gay no tiene nada de malo y que podemos amar, pues nada hay de egoísta o de desvío en el amor. 

Si ponemos atención a sus palabras veremos que todos los días Él nos tiende la mano para enseñarnos que el camino de la autoaceptación es muy necesario. Que nuestra verdad de vida va muy de acuerdo a la santa voluntad del Padre, que sin su venía nada sucedería en el mundo. Y que finalmente si somos felices y ayudamos a los demás a encontrar la felicidad nos estaremos acercando a pasos agigantados a la vida eterna.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Realizarán conferencia contra el SIDA en el Vaticano

Es más       

El Pontificio Consejo para los Trabajadores de la Salud, de la Santa Sede, dijo que trabajaba para establecer una serie de normas para los médicos, enfermeros y otros cuidadores de la salud católicos que atienden a pacientes de VIH y sida.

El papa Benedicto XVI dijo el año pasado en una entrevista que un varón prostituto que usa un condón para prevenir la transmisión del VIH podría revelar un indicio de moralidad sexual, debido a que busca preservar el bienestar de otra persona.

El comentario provocó confusión acerca de si el pontífice justificaba el uso del condón, rompiendo la tradición de la doctrina de la Iglesia católica. El Vaticano insistió en que no era así.

Monseñor Jean-Marie Mpendawatu Mate Musivi, subsecretario en la oficina de salud del Vaticano, dijo a la prensa que la aclaración de los comentarios papales serían explicados en la conferencia del 28 de mayo, a la que han sido invitados el director del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) y otros prominentes investigadores de a enfermedad.

Destacó que la posición de la Iglesia acerca de cómo combatir el sida va mucho más allá de la cuestión del condón y se centra en programas de prevención a nivel escolar, comunitario y familiar. La Iglesia ha insistido en que la abstinencia y el matrimonio monógamo son los mejores medios para prevenir la transmisión del VIH.

Sin embargo, el comentario de Benedicto XVI sorprendió a muchos porque fue la primera vez que un pontífice reconocía que los condones eran efectivos contra el VIH. Durante un viaje al África en 2009, Benedicto XVI dijo que el sida no podía resolverse distribuyendo condones y que, por el contrario, "agrava el problema".

El Vaticano se vio obligado a emitir tres aclaraciones oficiales, la última de las cuales fue el 21 de diciembre por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Palabras de profeta

Puesto que todos somos sacerdotes, profetas y reyes, y nuestros sacerdotes consagrados a la misión que Cristo les encomendó tienen autoridad para hablar. Festejo estas palabras, sobre una situación que desde hace un tiempo vengo viendo inevitable. Los gays católicos también pertenecemos a la Iglesia del Señor, y eso nadie nos lo puede quitar. Algún día se considerará pecado negar la Comunión a una pareja de homosexuales, y hacerlo, hoy ya es un abuso litúrgico.

Sacerdote prevé cabida de homosexuales en Iglesia católica
Notiese          09 de mayo de 2011

Para Raúl Lugo Rodríguez, sacerdote yucateco y miembro de la organización civil a favor de los derechos humanos Indignación, no está lejos el momento en que la voz de la comunidad lésbico gay tenga cabida en la Iglesia católica, "pues así como ha tenido que abrirse a una nueva y evangélica consideración de la mujer, tendrá que hacerlo también con la homosexualidad”.

Aunque pareciera que no hay compatibilidad entre diversidad sexual y moral cristiana, Raúl Lugo consideró que sí se puede pensar en una conciliación, aunque para esto, sea necesario que ambas partes hagan algo por conseguirlo.
Erradicar los prejuicios que las autoridades eclesiásticas tienen sobre gays y lesbianas, como por ejemplo que son promiscuos, problemáticos o incapaces de establecer compromisos y relaciones estables, es uno de los primeros pasos.

El religioso subrayó que debido a la homofobia internalizada que experimentan, muchos sacerdotes homosexuales y religiosas lesbianas rechazan a creyentes del colectivo interesados en acercarse a la doctrina cristiana, cuando debería ser lo contrario, pues "con nuestra labor debemos dar felicidad a la gente, no ponerles obstáculos”.

Sin embargo, advirtió que no todo depende de la Iglesia, pues "los creyentes de a pie” también pueden aportar a que los grandes cambios se den y se termine la exclusión religiosa.

"Lograr esta compatibilidad traería muchos beneficios, pues sería una manera de dejar de lado a la otra Iglesia, la que ahora tenemos, la del poder, la del dinero y el encubrimiento”, concluyó.

"¿Es posible conciliar la diversidad sexual con la moralidad cristiana?” fue el nombre de la conferencia magistral que el sacerdote ofreció durante su participación en la X Semana Cultural de Diversidad Sexual realizada en esta ciudad.

martes, 17 de mayo de 2011

Día Internacional Contra la Homofobia

Al mismo tiempo que les comparto esta carta, quisiera ofrecer disculpas una vez más a toda la comunidad LGBT que ha sido perseguida y condenada a causa de la doctrina católica, y que en algunos casos hasta los obispos mal interpretan generando causas y actos de homofobia que no tienen par y ni el peor de los mal educados podría concebir si no tuviera autoridad. Sin embargo, en un día como hoy, sería bueno recordar que el cristianismo fue considerado inmoral y fue perseguido en Europa durante 300 años. Bien, nosotros llevamos más de 30 años de lucha y es seguro que no esperaremos 300 para ser legitimados y respetados en el mundo.  Dios los bendiga mis queridos hermanos y hermanas.



La Iglesia, no rechaza al homosexual.

Sin embargo, condena la práctica homosexual, como pecado mortal y, con esto, NO ESTOY DE ACUERDO.

Los homosexuales también tienen alma y corazón, porque aman a Dios, porque miles de ellos son católicos, porque necesitan también nuestro apoyo, es decir, el de la Iglesia Católica.

Por el Amor de Dios, pido un poco de paz y de comprensión.

Pido, con todo mi corazón, llena de imperfecciones y pecado, que se los comprenda. Jamás menciono promiscuidad o prostitución. Hablo de amor entre dos personas del mismo sexo; por qué, por qué se considera a esto pecado?

Vuelvo a pedir apertura mental: lo que sienten es INVOLUNTARIO. Qué más quisieran ellos que sentirse heterosexualmente atraídos para no sufrir lo que viven, socialmente sufriendo, desde hace ¿cientos? ¿decenas? (no sé historia) de años.....

Yo los comprendo. Y, por favor creeme, soy heterosexual.

Y, TAMPOCO YO PUEDO "COMPARTIR" LOS GUSTOS O TENDENCIAS HOMOSEXUALES, pero, no por eso, no puedo comprenderlos y, amarlos. Los amo con todo mi corazón, porque sé lo que sufren.

¿Qué Dios Misericordioso puede, podría condenar, un acto de AMOR, involuntario?

¿En qué dañan estas personas adultas y responsables, a alguien? PECADO ES DAÑO.
Te dejo unas palabras muy sabias que no son mías, son de masm:

"Por lo que respecta a los pasajes bíblicos, no olvidemos que la Biblia presenta muchas prescripciones y proscripciones caducas; no vamos a lapidar adúlteras, ¿o sí?".

Habría que estudiar y comprender en qué contexto histórico se han formulado los pasajes del A.T. y cómo deben interpretarse en realidad.

Yo respeto tanto a la Iglesia! Yo la amo. Y adoro con toda mi alma a Jesús: yo le estoy dando mi vida a Jesús; Él lo sabe. Con esto, quiero expresarte que no quiero ir en contra de mi Iglesia! Todo lo contrario! Pero ruego, por favor, que alguien me dé una explicación convincente con el por qué condenar a personas homosexuales al infierno eterno.

Por favor, estoy abierta a intentar comprenderlo.

Gracias :)

♥Pątгἶ ∂є Jєsús♥

domingo, 15 de mayo de 2011

4º Domingo de Pascua

Primera Lectura: Hc. 2, 14. 36-41 Dios lo ha constituído Señor y Mesías.
Salmo: 22 El Señor es mi Pastor, nada me faltará. Aleluya.
Segunda Lectura: Pe. 2, 20-25 Han vuelto ustedes al Pastor y guardían de sus vidas.
Evangelio: Jn. 10, 1-10 Yo soy la puerta de las ovejas.

Es ya el cuarto domingo de la Pascua. El tiempo de alegría está en pleno apogeo y el regocijo que los cristianos sentimos por la resurrección del Señor es enorme e incomparable. Por eso, es cuestión de coherencia poder dar un testimonio fiel y firme de lo que estamos anunciando. No basta ir por el mundo diciendo que Dios ha resucitado a su Hijo de entre los muertos, y que por su muerte y resurrección la humanidad ha sido salvada de la esclavitud del pecado y las cadenas que nos atan al mal. Es necesario también salir a la calle, a lo cotidiano y demostrarlo a través de nuestras acciones cristianas.

Una vez más me atreveré a llevarle la contraria a nuestros pastores los obispos, a la mayoría, e incluso a los pastores de las iglesias protestantes. Algunos de ellos dicen que la homosexualidad y el estilo de vida gay son una manifestación del maligno, e impunemente se atreven a compararla con el mal del narcotráfico o del aborto. A veces parecemos olvidar que Dios ha constituido a Cristo como pastor de las ovejas, y todo aquel que es de Cristo Jesús ya no le puede ser arrancado, ni por el maligno, a menos que la oveja se arranque del rebaño por su propia voluntad. Y por tanto, nadie en el mundo tiene derecho a llamarnos impuros por ser gays, y nadie tiene derecho a hacernos creer que nuestra condición natural es intrínsecamente desordenada si primero nosotros no le damos el derecho a hacernos sentir de tal manera.

Se trata únicamente de un acto de confianza absoluta y abandono a la voluntad del Señor, que es Amor y Misericordia. Cuando proclamamos que Jesús es nuestro Señor y actuamos en consecuencia haciendo el bien por el bien mismo y sin mirar a quien, en la medida de nuestras posibilidades, estamos actuando como verdaderos católicos. El Señor siempre es fiel a sus promesas, y por encima de casi todas las cosas nos dio el libre albedrío, que se doblega solo ante al amor. San Pablo nos dice que el amor es la cosas más hermosa que hay en la Creación, es comprensivo, servicial, goza con la Verdad, disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites y soporta sin límites. Mientras que el libre albedrío nos coloca por encima de los ángeles y nos hace todavía más cercanos a Dios, pero también nos hace responsables de las decisiones que tomemos en la vida.

Ser gay no es malo, no me cansaré de repetirlo. Amar a una persona de nuestro mismo sexo no es pecado, ni siquiera cuando compartimos el vínculo carnal. Siempre que lo hagamos en un ambiente de confianza, consentimiento, madurez y entrega total, pues es el darse el uno al otro. Es una bella manifestación física del amor que se tiene en el alma por el otro. Y para rematar, hay que usar el preservativo. Pues aunque Su Santidad, Benedicto XVI, nos diga que al usar el condón estamos obstruyendo la entrega total, lo cierto es que estamos protegiendo a nuestra pareja y a nosotros mismos de una enfermedad venérea o causada por condiciones antihigiénicas. Si no se piensan tener hijos de forma biológica, no hay razón para no usar condón.

Usar condón, evitar el aborto, adoptar niños abandonados, son acciones cristianas que se pueden traducir en hacer el bien a la humanidad. Estas acciones fácilmente pueden ir señaladas a un lado de dar de comer al hambriento, de beber al sediento, vestir al desnudo, visitar al enfermo, asistir al preso, dar posada al caminante y sepultura a los muertos. Pero también pueden ir lado a lado con exigir justicia y alto a la violencia, solicitar el alto a la discriminación y la homofobia, ayudar a detener el calentamiento global, cooperar a disminuir la pobreza en los países pobres del mundo y las localidades pauérrimas de la región. En resumen, una gran cantidad de acciones sociales, ecológicas y cristianas que se podrían llegar a traducir en una gran labor de activismo a quien le interese; y a quien no, bastante haría por empezar a modificar su modo de actuar y predicar de uno en uno. ¡El mundo necesita un gran cambio, y nosotros somos el agente de ese cambio!

Y esto nos lleva directamente a la cuestión de los pastores en la Iglesia y el liderazgo en el mundo secularizado. Uno solo es el Pastor, Cristo, y el Papa es su Vicario en la Tierra, mientras que los obispos son sus vicarios en las diferentes diócesis en que administrativamente se divide la Iglesia. Jesús es muy claro, y nos dice que las ovejas solo reconocen la voz de su pastor y solo a él siguen. Por eso, cuando tantos obispos cometen errores, la iglesia empieza a perder adeptos y seguidores. Y por eso, cuando actúan evangélica y coherentemente a la Iglesia se le unen más y más personas.

Y no es que en el mundo haya gente que no tenga la necesidad de una vida espiritual. Porque el espíritu es tan parte de nuestro ser como la mente, el cuerpo o el corazón. Pero es necesario que a semejanza de los primeros cristianos aprendamos a vivir como verdaderos crisitianos, siempre en compañía de nuestra amada Madre la Virgen María. Y esto se puede traducir en cosas tan simples como perdonar hasta setenta veces siete y amarnos como hermanos, buscar el Reino de Dios y su justicia Divina. Lo demás está de sobra y se dará por si mismo.

Por eso ser gay y católico es más que nunca una verdadera acción de coherencia. Por que aunque en el pasado fuimos considerados los borrachos, farmacodependientes, promiscuos y afeminados que nos dijeron que éramos; debido a nuestra fuerte lucha en sentido de los derechos humanos y la libertad del ser humano nos hemos convertido en los principales aliados de Dios en la tierra, sin menoscabo de todos sus demás e importantísimos aliados. Y es de ahí de donde emana, casi naturalmente, el liderazgo que todo cristiano debería significar para la sociedad. Una persona con valores e ideales tan marcados en el Jesús que nos vino a liberar, que seguirlo deba ser una cosa lógica. Esa es la importancia de que los gays que reconocemos en Jesús a nuestro pastor y guía actuémos en concordancia con nuestro credo y en compañía de tantos religiosos, religiosas y seglares transformamos al mundo en un estricto sentido hacia el Bien y la Verdad.

domingo, 1 de mayo de 2011

A la Divina Misericordia


Coronilla (Se reza utilizando el rosario)

Primero, dirás un PADRENUESTRO, un AVEMARÍA y un CREDO.
 
Después, en las cuentas del rosario correspondientes al PADRENUESTRO, dirás las siguientes palabras:
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y de los del mundo entero.

En las cuentas del AVEMARÍA, dirás las siguientes palabras:
Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

Para terminar, díganse tres veces estas palabras:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.

Letanías (Luego de la coronilla)

Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo escúchanos.
Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, que sois Un solo y verdadero Dios, ten piedad de nosotros.

* EN TÎ CONFÎO
1.- Jesús, Rey de Misericordia, que has redimido el mundo.*
2.- Jesús, Rey de Misericordia, por quien todas las cosas fueron creadas.*
3.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos has santificado.*
4.-Jesús, Rey de Misericordia, que nos revelasteis el misterio de La Santísima Trinidad.*
5.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos manifestasteis la Omnipotencia de Dios.*
6.- Jesús, Rey de Misericordia, que te manifiestas en la creación de los espíritus celestiales.*
7.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos formasteis de la nada.*
8.- Jesús, Rey de Misericordia, que abrazas todo el universo.*
9.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos das la vida eterna.*
10.-. Jesús, Rey de Misericordia, que nos proteges del castigo merecido.*
11.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos libras de la miseria del pecado.*
12.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos concedes la justificación en el verbo encarnado.*
13.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos concedes misericordia por Tus Santas llagas.*
14.- Jesús, Rey de Misericordia, que brota de Tu Santísimo Corazón.*
15.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos distes a la Santísima Virgen como Madre de Misericordia.*
16.- Jesús, Rey de Misericordia, por la cual has sufrido Tu encarnación, Pasión y Muerte.*
17.- Jesús, Rey de Misericordia, por medio de la cual ayudas a todos, en todas partes y siempre.*
18.- Jesús, Rey de Misericordia, por la cual nos has prevenido con Tus Gracias.*
19.- Jesús, Rey de Misericordia, la que nos has manifestado revelándonos los Misterios Divinos.*
20.- Jesús, Rey de Misericordia, la que manifestastes instituyendo Tu Santa Iglesia.*
21.- Jesús, Rey de Misericordia, que habiendo instituido los Santos Sacramentos, nos abristes los torrentes de Tus Gracias.*
22.- Jesús, Rey de Misericordia, por la que nos has obsequiado con los Santos Sacramentos del Bautismo y de la Penitencia.*
23.- Jesús, Rey de Misericordia, por la que nos has obsequiado con la Santísima Eucaristía y el Sacerdocio*
24.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos has llamado a Nuestra Santa Fe.*
25.- Jesús, Rey de Misericordia, que la manifiestas por la conversión de los pecadores.*
26. Jesús, Rey de Misericordia, que la manifiestas iluminando a los fieles.*
27.- Jesús, Rey de Misericordia, que la revelas por la santificación de los justos.*
28.- Jesús, Rey de Misericordia, que llevas a los santos a la cumbre de la santidad.*
29.- Jesús, Rey de Misericordia, la que brota de Tus Santas llagas.*
30.- Jesús, Rey de Misericordia, la que brota de Tu Santísimo Corazón.*
31.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres consuelo de los enfermos y afligidos.*
32.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres el único consuelo de los corazones afligidos.*
33.- Jesús, Rey de Misericordia, que das esperanzas a las almas que se hallan en desesperación.*
34.- Jesús, Rey de Misericordia, que acompañas a todos los hombres siempre y en todas partes.*
35.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos colmas con el torrente de Tus Gracias.*
36.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres el refugio de los moribundos.*
37.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres el consuelo de las almas del purgatorio.*
38.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres la Corona de todos los Santos.*
39.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres el gozo celestial de los que se salvan.*
40.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres la fuente inagotable de los milagros.*
41.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres la salvación del mundo entero.*

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Escúchanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ten piedad de nosotros.
Las Misericordias de Dios, son más grandes que todas sus obras.
Por eso cantaré las Misericordias de Dios para siempre.

Oración:

Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu bondadosa mirada y aumenta Tu misericordia en nosotros para que en los momentos difíciles, no nos desalentemos ni nos desesperemos, sino que, con la máxima confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es Amor y Misericordia.

Oh incomprensible e infinita Misericordia Divina, ¿quién podrá adorarte como Te mereces. Eres la dulce esperanza del pecador. Uníos estrellas, mar y tierra en un sólo himno y cantad a coro, con vuestra mejor voz, la misericordia Divina, cuya comprensión no se nos alcanza.

No tengan miedo, ¡Abran las puertas a Cristo!

La Curia Romana nos quiso dar un nuevo beato en la Iglesia Universal. Está bien, ellos tienen el poder para hacerlo y ahora quien quiera podrá solicitar oficialmente de Dios algún milagro a través de la interseción del beato padre. Sin embargo, me uno a todos aquellos católicos de base y teólogos que le rezarán ni, como dicen en el blog de "católico libre", lo llamarán santo de su devoción. Me imaginaba a San Pedro y a San Pablo revolcándose en su tumba mientras Benedicto XVI lo elevaba a beato.

Sé que hizo muchas cosas buenas, yo mismo le conocí y me deslumbré de su carisma. Sin embargo, quien se fotografió con dictadores, quien dió la comunión al sanguinario General Pinochet, quien benefició al obseso sexual Marcial Maciel mientras reprimía a los teólogos de la liberación, consideraba pecadores a quienes usaran anticonceptivos y aplastaba con mano de plomo a los homosexuales, no debería ser considerado un santo.

Esta fue la beatificación de la Iglesia poderosa, del templo y de la curia. Se autosatisfizo un capricho de un sector de la iglesia de forma imprudente e irresponsable. Pero me suscribo a las palabras del mismo Juan Pablo II, "no tengan miedo, ¡abran las puertas a Cristo!" Por que una Iglesia más católica, más cercana al mensaje de Jesús y María, al estilo de prédica de los Apóstoles, que nunca pensaron siquiera en gastar €3,5000,000.00 en una ceremonia religiosa es posible. Más unida, más santa, más católica y más apostólica por Cristo y su santa Madre.

Las puertas tienen bisagras, y normalmente en nuestros templos están hechas de forma par. Se ha abierto una hoja de la puerta, la de la Iglesia oficial con su pomposo y hermoso (eso sí) ceremonial. Pero aún se ignora a la iglesia de los pobres, los que permanecen crucificados en espera de un José de Arimatea que solicite bajar su cuerpo de la cruz para participar con la Iglesia entera de la gloria de la resurrección.

Por eso, reconociendo que Juan Pablo II es ya beato, y dando gracias a Dios por ello, porque solo Él conoce sus caminos, nos unimos también a esta "llamada ecuménica para conmemorar la canonización de San Óscar Romero del Salvador, Mártir".


Llamada Ecuménica para el primero de mayo del 2011:
 “Conmemorar la canonización del mártir San Oscar Romero por parte de los pobres de nuestro mundo"
Queridas hermanas y hermanos en el ecumenismo:

Con esta llamada les pedimos recordarse de la beatificación del mártir San Oscar Romero por los pobres de Latinoamérica y por las amigas y los amigos en toda la tierra. Esta conmemoración debe fortalecernos en nuestro camino del evangelio y llamarnos a la conversión dentro de las iglesias de los ricos.
Poco después de ser designado arzobispo de San Salvador en 1977 este sacerdote conservativo Óscar Arnulfo Romero fue confrontado con una persecución sangrienta de los cristianos en El Salvador. En las tumbas de catequistas y sacerdotes asesinados se convirtió en el obispo defensor inquebrantable de los pequeños, maltratados y perseguidos. Desde este momento Oscar Romero tenía en su contra el régimen de su país, el aparato de seguridad del presidente de los Estados Unidos y cardenales poderosos de la curia romana.

En la primavera de 1979 el obispo Romero en su visita al papa Juan Pablo II no encontró ninguna comprensión o apoyo en sus grandes conflictos. Con profunda decepción dijo más tarde: “No creo que otra vez iré a Roma. El papa no me comprende.” Juan Pablo II no prestó atención alguna a la fotografía de un sacerdote indígena recién asesinado y a otros documentos presentados sobre la persecución de cristianos por los verdugos de la oligarquía del país. En vez de esto le exhortó a Romero a la armonía con el gobierno salvadoreño.
Advirtiendo claramente las consecuencias para su propia seguridad, Romero levantó su voz contra la injusticia, excomulgó a los políticos de este régimen y recordó a la resistencia pacifica de Jesús de Nazaret. Después de uno de los innumerables asesinatos predicó: “No llamamos a la venganza; roguemos con Jesús: Padre perdónales, porque no saben lo que hacen.”

Reconociendo en cada ser humano un hijo e imagen de Dios, para San Oscar Romero el servicio religioso era vinculado inseparadamente con la defensa de la dignidad humana. A los asesinos encargados y cómplices de la junta militar dirigía las palabras: “También el que tortura es un asesino… nadie tiene el derecho de levantar la mano contra otro ser humano, porque es una imagen de Dios.” Un día antes de su propia ejecución el 24 de Marzo de 1980 Romero públicamente llamó los soldados a la desobediencia al orden de matar: “En el nombre de Dios y en el nombre de este pueblo sufriente les pido, les ordeno: terminen con la represión!” la bala mortal del asesino encargado lo alcanzó en el altar durante la celebración de la eucaristía.

La beatificación de San Oscar Romero por el pueblo no es una arrogación. Sabemos que solo Dios mira al corazón de un ser humano y nosotros solo podemos ver en forma parcial con los ojos de Dios. Pero esta “beatificación” sin un procedimiento costoso de la curia dispersa una buena nueva entre el soplo del Espíritu de Dios: El ejemplo de nuestro hermano San Oscar Romero nos muestra como nosotros seres humanos podemos coger ánimo si comenzamos a escuchar la buena nueva de Jesús.